Un día cualquiera, sin previo aviso, golpeé
desesperadamente la barriga de mi madre, intentando escapar
del encierro y la abstinencia. Tras provocar intensos y fatigosos
dolores durante toda una burlona noche de luna llena, el 24
de enero de 1996, asomé al acuario con mi pretendida
y finalmente conseguida liberación por cesárea
Según diversas fuentes, emergí con unos despiertos
ojos negros y con más curiosidad que hambre; lo que
resultó ser un calvario para mi crianza.
Mis padres siempre han alabado y apoyado mi precocidad e inquietud,
pero también han maldecido las desventuradas dolencias
que se adherían constantes a mi débil cuerpo.
A los seis meses comencé a gesticular mi voz y dije
mi primera palabra: “paragüero”. Desde ese
instante, y con un inicio tan insólito como incrédulo,
no he parado de añadir vocabulario, queriendo hallar
la búsqueda de mi apasionada e innata vocación.
Por otro lado, debido a mis enfermedades, la enseñanza
se instaló en mi propia casa, puesto que rara vez estaba
capacitada para acudir a la escuela. Sin embargo, este no
fue motivo de ignorancia, ya que transcurría mañana
y tarde entre colores, garabatos, y, sobre todo, libros; sin
demora en aprender el abecedario y memorizar canciones y diálogos
de películas de forma totalmente autodidacta con la
edad de dos años.
No obstante, al cursar primaria me sentía aburrida
e incomprendida por el mundo, tanto por mis compañeros
como por mis frustraciones, pasando más tiempo en las
nubes que en las explicaciones, por lo que era castigada y
reprendida con frecuencia. Contrariamente a ello, mis calificaciones
académicas no hablaban igual que mi aparente despiste.
Actualmente estudio con agrado en el IESO Sierra Almenara
de Purias por la rama de humanidades, y, por ahora,
no abandono la compañía de mis libros -sin duda,
mis mejores amigos-, ni mi eterna dedicación al arte
de escribir, porque lo que más me gustaría
conseguir es descubrir y despertar la humanidad que se esconde
en cada ser humano, haciéndola fluir y resurgir con
mis escritos y mi arte. Eso me satisfaría por encima
de muchas otras cosas. |