El verso por el sentir cercenado,
Con la obsesión la palabra prensada,
La voz como lágrima agarrotada
Brotar quiere del corazón callado.
Ese fuego que la entraña ha quemado
No lo apaga una rima gastada,
Es un grito, es ira en la mirada,
No un dulce con letras decorado.
La estrofa su ímpetu plasmar no puede,
Es liviana para tan brutal peso,
Ante descarga tan violenta cede.
Queda el sentir sólo en el grito preso,
Su arrojo al viento huracanado arremete,
Lleva así el aire su fuego espeso