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A
veces ambiciono dejar pasar
Afianzada sobre una maleta en el andén,
Trepan y descienden pasajeros
Mientras yo dejo marchar el tren.
A veces me seducen las promesas
Que no hay que cumplir,
Dejar que el pecado se derrame en páginas
Que están ansiosas por dejarse escribir.
A veces anhelo guardar silencio
Allí donde la palabra se torna ruido,
Vendavales de voces sin mensajes
Ante vocablos y expresiones en torbellino.
A veces deseo no ser presa del tiempo,
No pensar que traerá el amanecer,
Sin más calendario que la rutina que alberga un lugar
de [tránsito
Donde dejarse vencer.
A veces aspiro camuflarme en la manada
Sin más bandera que mi atuendo,
Sin más horizonte que ver desdibujarse el rumbo
Una vez que ha salido huyendo.
A veces ansío subsistir descalza,
Que sean los zapatos los que recorran el camino.
Yo, al margen de las vías
Sin pensar en más destino.
Degustar las imágenes que dejan las despedidas
Inscrita en una maleta del andén,
Qué más da perder este viaje,
Mañana desfilará otro tren.
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