Lo descubrí con el rabillo del pez
tiburón ojo mojarrita
ajetreos tallados y dibujos dormidos
fui rastreada tras enigmas, levemente somnolientos.
Ningún abracadabra se apiadó
del eterno e inconcluso ser no ser
siempre la misma cantinela…
a ver si las catacumbas seleccionan viscosas manos
que estremezcan a los sombríos consumidores
de almas.
Será posible?.
Tome el anzuelo liviano de maldiciones
la premisa fue liberando complicidades
ex antídotos para no resbalar en submundos
que intentan persuadirnos que son mundo.
En tantas ocasiones anónimos sin pisada
acarician la zona que existe entre la inercia
y cada deuda propia.
Un manojo marca Abril
seguir entre fabricas humanas a medio construir
Abril…el corazón arde en secreto
la soledad improvisa gestos
formulas para no desistir en la misión
de lanzar botellas al mar.