Es una sensación extraña tocar el agua, espesa
y oleaginosa. Es imposible nadar, porque uno flota y se podría
leer un libro estando echado. El poder curativo del agua y
del barro es legendario para tratar enfermedades de la piel.
En sus orillas abundan los sanatorios, solariums, spas y hoteles.
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Me di un baño
de barro negro en un spa (50 euros) y la piel me quedó
suavísima, aunque no es necesario ir a un spa, es mejor
buscar el barro en la orilla y aplicárselo una misma.
Mucha gente viene en busca de tratamientos de belleza, adelgazamiento,
cura de alguna enfermedad cutánea o simplemente de
vacaciones gastronómicas. En estos lugares se sirven
excelentes dietas a base de abundancia de verduras frescas,
frutas, zumos. Muchos platos son crudos con ensaladas deliciosas
(col, espinaca, hojas verdes, tomates, paprika, pepinos),
yogurt con ajos, zumo de limón, toronja, salsa de ajos
y cebollas crudas. |
El aire es denso,
rico en bromo y otros elementos que filtran los rayos ultravioletas
permitiendo un tiempo más largo de exposición
solar sin riesgo. El agua es riquísima en minerales
(30%) más que otros mares (4% sales). Los baños
con lodo contribuyen en la cura.
El tratamiento incluye cuatro semanas de exposición
solar (helioterapia) en combinación con baños
en el mar. La base de la terapia es el agua, exposición
solar y el clima benéfico. Según un estudio
reciente los mejores resultados se logran con exposiciones
diarias de tres horas en los meses de Julio y Agosto. Es indudable
que las dietas sanísimas que reciben los pacientes
contribuyen a la mejoría. |