Con una mirada
descubrí tus anhelos
con una caricia
la brisa del viento.
No me llamas
pero yo te encuentro
sin tan solo buscarte
te hallo en mi recuerdo.
Una palabra tuya
bálsamo indiscreto
que llena mi vacío
de mi corazón sediento.
No me llamas
pero mi ansiado deseo
hace que una chispa
encienda mi fuego.
No me llamas...
Porque solo mi deseo
te da el lógico miedo
de el que no busca
el amor ciego.