ella no viene, no
aunque viene en tropel el mundo
subido a la cerviz del alba
ella no viene, no
aunque la luz afuera emerge
como duro espinazo de ballena
ella no viene, no
aunque las fibras de mi voz la llaman
entre las médulas del aire
ella no viene, no
aunque creció mi audacia
siguiendo los augurios de sus pasos
ella no viene, no
aunque la noche trisca sus mandíbulas
intuyendo rumor de pájaros
ella no viene, no
aunque al final de la hojarasca
esté el andamio de sus ojos
ella no viene, no
ya no vendrá
aunque todas las lluvias
divulguen su mirada