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poema de  Juan Orozco Ocaña

COMPONENDA


 




Urdió la noche sus sofismas
Y ardió el vértigo en la herida
Sonando una voz inclinada e injusta.
Le dieron la dádiva por su prestigio
Que no por su calidad desmesurada:
Aquel libro no revestía grandes magmas
Ni ritmos alocados ni puras cortesías.

Desmesurada cayó la arbitrariedad
Sobre el premio de aquella flor:
Era su nombre, su nombre que no su obra
En aquel tiempo concreto del sentimiento
El que se traía a la palestra.

Van los hilos del antagonismo
De la forma sutil de la desavenencia
Con los mezquinos intereses del mundo
Sin tener méritos suficientes para ello
En ese preciso momento y lugar.

No fuese una cuestión de principios
Sino de nefastos tejemanejes amañados.
Como si fuese eso lo importante,
Apremiar el servilismo del visir de turno
Sin razonables prebendas ni argumentos.

Me odian, lo sé, por injustos,
Por ponerlos en evidencia donde quiera.
Lo premiaron sin merecerlos su obra,
Pues que era floja y desmoronada y sin color
En aquel volumen de esparto.


Había mejores lecturas aquel año
Y mejores joyas sin lugar a dudas;
Más el mundo está lleno de iniquidad;
Porque el era un hombre considerado,
Diose sitio al parcial favoritismo.

De injusticias el mundo arde,
Prosperando los validos en su privilegio
A costa del silencio de sus paisanos,
Aun cuando su licencia es menor en ese instante.

No es justo señor, no es honrado,
Que se dé la dádiva por el nombre:
Más valiese que la alhaja surgiese a borbotones
En vez de premiar y laurear al cortesano
Sin mérito ni logro ni honor en aquel tiempo.

Más como hay justicia en el cielo,
Que Dios la vea y la traiga a la tierra:
Sucumbiese la pena negra al dolor;
Pidiendo por caridad, razón al Supremo.


Antología poética del escritor © Juan Orozco Ocaña, preparada por el autor, para su publicación en la revista mis Repoelas:






Viento del sur ~ : ~ El nueve ~ : ~ Componenda


Viola ~ : ~ Madrigales ~ : ~ Precoz ~ : ~ A tu memoria


A Julia Uceda ~ : ~ Corazón barroco ~ : ~ Bronce aquiescente


El zurrón


 


Página publicada por: José Antonio Hervás Contreras