¿Cómo santificar la tapia
ahora que ardo en el último resquicio del averno
y no puedo provocar catástrofes sutiles?
Mi conjuro es tentar la negación
amarrar mi osario frente al próximo diluvio…
Sólo he sido una cortina ebria
ante la urna
y
el nombre que cuelga de un guiñapo.
Soy la imagen y semejanza del tiro al blanco
que
ha perdido su apuesta.
EL PATIO DE MI CASA
Al patio le ha crecido un olvido.
supongamos que no lo insulto
que lo desnudo amorosamente
mientras brotan raíces de mis dedos
y escribo para él
ciertas piedrecillas encantadas.
merita una mano de pintura
que mi perro no defeque entre sus llagas.
de veras
merece que alguien le sonría
que yo no escriba “
los
versos más tristes esta noche”
para que la luna no le vea llorar.