De este invierno desolado
me ha quedado ceniza en los bolsillos,
las migas sin recoger del desayuno
y ropa húmeda en las cuerdas del patio.
De este invierno desolado
no he salido indemne,
he buscado en los recodos del camino
un atajo de distancias.
De este invierno desolado
me ha quedado el color gris de la hierba
que ha llenado de brillos la escarcha
de este invierno.