|
Desde pequeña,
me sentí
muy cercana a ti.
No se si la más regalona fuí
de tus cuatro hijas.
A medida que fui creciendo,
muchas veces me contabas
tus inquietudes, yo con
atención te escuchaba,
como se escucha a un amigo.
Depositaste en mi
toda tú confianza,
en mi interior,
te daba las gracias.
Nunca fuiste estricto conmigo,
sin reclamos te obedecía.
Sabía que tus enseñanzas,
para mi futuro servirían.
Nos hacías regalos navideños
con tus propias manos ,
para ni un valor
incalculable tenían.
Fuiste profesor de francés.
Tu máximo deseo era,
que todas fiéramos profesionales.
No olvidaré nunca padre,
cuando me ibas a dejar o buscar,
mientras hacía mis práctica.
Cuando mi esposo te pidió mi mano,
lo únicó que le dijiste, es que yo
terminara mis estudios,
no necesitabas nada más,
porque sabías que nos amábamos ,
que seríamos felices.
Padre, te agradezco todo
lo que por nosotras hiciste.
Nos enseñaste valores, principios,
a ser buenas personas.
Ojalá en el cielo nos encontremos,
tengo mucho que contarte.
Que heredé de ti el amor por la lectura,
la música y la escritura.
Tu ecribías hermosos cuentos,
cantabas como los dioses,
yo trato de hacer poemas,
|