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ESTÍBALIZ ANTOÑANA

Estibaliz Antoñana, poeta

EMOCIONES

 
Tengo las emociones tatuadas en el cuerpo.
Tengo LAS EMOCIONES, en mayúscula, tatuadas en el cuerpo.
Después de una convicción irreverente, casi enfermiza, quedó escrito.
Quedó reflejado.
Inyectado.
Con tinta y no a fuego, pero sí a conciencia.
Tengo unos párpados que yo imagino con iris azulados y una lagrimita dibujados en el
antebrazo.
Me recuerdan a tus ojos azules y a otros muchos, mucho menos importantes pero
también con semblante celeste.
Como en la escala de Mohs.
Un azul egipcio, topacio, turmalina, Bombay Sapphire con
algo de cobalto y de polonio
.
Y lo del polonio no lo digo por el color.
Hago referencia a la Cattana como si no tuviera las estanterías llenitas de libros de poemas.
Tengo todos mis libros de poemas al fondo a la derecha.
Hacen que sea consciente de donde estoy y lo que han visto estas cuatro paredes.
Me sostienen y hacen que fluya la inestabilidad al avanzar, poco a poco.
Mi lagrimita me recuerda que llorar es bueno, es sano, es sincero.
Porque proviene de algo que es mucho más grande que yo, y que nadie.
Que todos los que me dicen que qué llevo tatuado en el brazo.
Si ellos supieran.
Esa lagrimita es todo y a veces es la nada.
Todo surge de ella, y quieren que lo explique en una frase.
Que no, que no se puede.
Mira, esta lagrimita es la vida, y el llanto, y para mí la consciencia y la madurez que
significa tener que verla todos los días y a casi todas horas.
A veces me molesta.
Me recuerda que tengo que estar presente y no dejar de pensar en tener que estarlo.
Es agotador.
Y veraz, y espontaneo, y sobre todo, leal.
Y por eso a veces me parece inoportuna.
Está ahí, siempre.
Como señalándome cada sentimiento no procesado del todo.
Sacando la puntilla.
Está ahí.
Para mí.
Y para todo el que se atreva a preguntar con tiempo de recibir explicaciones.
Y aun así me atrevo a decir que quizá haya sido un error.
Que el diseño, el grosor, el puto antebrazo derecho que, sorpresa, lo uso para
absolutamente todo.
Me atrevo a dar paso al arrepentimiento.
Yo, que tengo LAS EMOCIONES tatuadas en el brazo, y gracias a ello, en el pecho.
Esti, nena, que ya eres más de lo que eras, si todavía cabe: la ira, el miedo, la tristeza, el asco.
Que eres capaz de sentir y de aguantar.
La sorpresa y la felicidad en las que te sabes Cum Laude y no quieres dejar de emanar,
de sentir y de perforar en cada parte de tu cuerpo si te dejaran.
Si tú misma te dejaras.
Como siempre, mi niña, porque es la parte que me toca, te confieso que has elegido la mejor opción.
Irradias luz y te expandes como el cielo, y todo gracias a una lagrimita, que como los
poemas, queda manifestada, como un puto manuscrito que tú solita has creado:
significado y moral.
Paz y tiempo.
Consciencia y veracidad.
No te atrevas a arrepentirte, ya has concebido una idea y algo mucho más fuerte que un
solo esbozo: has forjado a hierro emociones sinceras con un toque de poesía.
No te atrevas a arrepentirte.

Extracto del poema La escala de Mohs, de Gata Cattana

Poemas seleccionados por la poeta © Estibaliz Antoñana, para su publicación en la revista mis Repoelas:




Emociones


Poeta




Página publicada por: José Antonio Hervás Contreras