|
Cabalga en las
turbias aguas
río abajo hasta el molino,
caballo negro azabache,
negro azabache el vestido.
El cielo se cae a plomo
como un cristal ambarino.
Lleva en su pecho arraigada
la espina de su destino,
espina negro azabache
clavada por el olvido.
Y el cielo que cae a plomo
sobre su pelo ambarino.
Se hunde en las turbias aguas
río abajo en el molino,
va desgranando plegarias
que ruedan por su vestido.
Cabalga cual un fantasma
en negro y oro pulido,
sus recuerdos ya se duermen
en ojos azul marino.
|