¿Mala hierba?
¡No! ¡Más que eso!
Somos enredadera maldita,
secamos árboles tercos,
raíces que derriban muros,
y comezón en la entrepierna
para los misóginos que nos ofenden.
Brujas, tercas, inicua plaga.
¿qué más dijiste en tu discurso?
Mantenidas,
viciosas,
ociosas,
fáciles…
trepadoras.
Puñado de espinas nuestra mano
a quienes nos maltratan,
mordida venenosa,
lengua viperina.
Seguro, de oro no somos.
Nuestra armadura es el ingenio,
amorosas sí ¡terrón de azúcar,
no!
Ni dóciles como la cera,
nuestra inteligencia nos salva
de mediocres como tú.
Ni putas ni santas.
Mujeres que sabemos arder
al mundo en llamas.