Como un bello adonis apareces
Allá en los campos de lejanía,
Abrupto montículo de epifanía
Entre espigas de desnudeces.
Madera de encina enmudeces
Y sin peregrino que rece letanía,
Cambiando encina por compañía
De álamos con orilla empieces.
El agua cristalina embellece
La ribera de un río caudaloso
Aunque este más pobre establece.
Su hermoso sendero acuoso
Que la dicha de verme empiece
Refrescada en este verano caluroso.