Quiero entender lo que callo,
que a nadie explico
y por lo que vibro.
Si pudiera darle un color
a mi voz,
ésta sería púrpura,
naranja, violeta
o colorada.
Porque mi voz tiene color,
aunque nadie lo sepa.
Mi voz tiene sabor
y tiene su propio aroma a melón
y a Mediterráneo.
Le gusta bailar
y contornearse
al ritmo de una música
imaginaria
y moverse allí,
donde hay espacio.
Mi voz vive
en un cuadro de Matisse,
se comunica contigo
por entre los espacios de cada figura.
Mi voz,
maltratada y huidiza,
es una voz que defiende sus ideas
y contempla la luna llena.
Es una voz sincera,
que te arrulla cuando duermes,
pero a veces se esconde
y no quiere salir.
Ha visto la muerte,
ha convivido con la enfermedad
y se ha destrozado las amígdalas
tratando de hacerse oír.
Pero mi voz es
luchadora y fuerte,
alta como la que más.
Unos creen
que es un hombre escondido
en el cuerpo de una mujer,
otros no saben qué pensar.
Pero ella vibra
en la misma sintonía
de quienes quieren oírla
y llora cuando es de noche.
Mi voz es única,
indefensa,tozuda,
tiene todo lo que quiere,
pero no lo sabe
y a veces
piensa
que tendría que ser diferente.
Mi voz habita
en la tierra de un pintor,
en la misma Europa en que mi abuela
descubrió su propio sentido
de la belleza.
Mi voz es un rayo de sol
que desea ser querido
aunque no pienses como él.
Mi voz no pide,
Implora.
No llora o va de luto.
aunque a veces se balancea en su propio murmullo.
Mi voz lucha por contar una historia,
una historia que tiene mucho que ver
con mi vida.
con mi sabiduría.
Es la historia de mi historia,
es el inicio de mi esencia,
es, es, es…
Para ser sinceros,
una parte de mí quiere contártela
y otra parte se resiste.
pues no encuentra el traje adecuado para relatar un cuento
que no agradará a todos, ni la fórmula para
penetrar en tu piel.
Entonces Recuerdo a mi abuela cuando me dijo
– sé tú misma aunque nadie entienda
lo que estás diciendo
y no sepan de qué estás hablando,
es la medida de que vas bien encaminada
porque es un camino solitario-.
Pero mi voz tiene miedo
de salpicarse de salitre
cuando el mar se vuelve bravo. (Olé, muy bueno)
¿Qué hace a una voz honesta?
- le pregunto a la mía.
Decir lo que piensa. – responde perpleja.
¿Y cómo sabes lo que piensas? -vuelvo a preguntar.
Escríbelo y sabrás.