LOLA SANCHEZ ROZAS
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Como
esbozos de mi vida, no se qué decirles:
Soy madre a tiempo completo, estudio diseño
de mobiliario y producto en la escuela de artes de Almería,
me he dedicado al mundo de la decoración, tuve una
tienda, he sido escaparatista y he dado cursos de escaparatismo
para formar a comerciantes, he sido administrativo en varias
empresas, privada y pública, y escribo por el placer
de escribir sin ninguna pretensión.
Actualmente me dedico a mis hijos y mis estudios en la escuela
de artes de Almería. |
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RELATOS
DEL FACEBOOK |
Sé
que miras desde tu ventana con los ojos fijos y la mirada
perdida en un punto de fuga que sabes que no existe, que rascas
tu pena con las manos en los bolsillos y el sabor de la nicotina
habitándote en los labios mientras ves tus sueños
pasar en el vuelo de los pájaros.
Sé que rendirse ante la evidencia
es algo fácil y muy humano, y que a veces la soledad
aparece en forma de recuerdo lleno de esquirlas cuando habías
perdido la memoria y no recordabas quién eres tú,
que la noche te acompaña en forma de llanto y llueve
sobre el desierto de un cuerpo enmohecido donde te estás
ahogando y no lo sabes.
Sé que eres demasiado joven para lo
mucho que ya has sufrido y muy mayor para lo poco vivido,
pero, en tu mirada aún hay una luz que brilla sin saber
muy bien hacia donde, déjame decirte, que el sabor
del fracaso se esconde siempre detrás de una ventana.
Vete. |
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Noviembre
es una calle mojada
un llegar sin ti, en Diciembre se volverán a abrir
nuevas heridas que son las mismas de siempre.
Enero volverá a florecer en forma de almendro sin tu
atenta mirada.
Todo sigue igual de diferente.
Hace unos días tu gato dejó de buscarte, quería
que lo supieras.
Lo hemos enterrado donde nos dejaste dicho.
Bajo el naranjo que plantaste en el huerto junto a la ventana
desde la que lo mirabas crecer.
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Yo
soy de esas a las que siempre le explota la bomba en las manos
aunque haya desactivado el cable correcto.
Que prefiero ser cántaro a fuente para saber qué
se siente al romperse.
Tan desastre y tan adicta a los errores que, cuando estoy
llegando a la meta me doy la vuelta porque echo de menos el
camino.
Y mi madre, la pobre, continuamente me dice que siempre empiezo
la casa por el tejado, y tiene razón, porque tengo
el jodido vicio de sentirme más segura en las alturas,
allí donde hay un peligro, voy yo.
Una vez me dijeron que era irreprochablemente imperfecta,
y es lo más bonito que he escuchado sobre mí,
pero ya no, la i se quedó descolgada igual que en esos
letreros luminosos de garitos cutres de carretera, y ahora
soy rreprochablemente, con dos erres que pesa más. |
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Microrrelatos del Facebook de © Lola
Sanchez Rozas, cedidos amablemente por la autora, para su
publicación en la sección de amigos de la
revista mis Repoelas:
Relatos del Facebook
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