Bretón de
calma y dicha, canción de siemprevivas
jardín hecho de sueños, de brisa, mar y amor,
que llevas de tu mano la miel que envuelta en flor
atraes hasta tus predios mil miradas cautivas.
Paisaje entretejido con tiernas mariposas,
con hálitos furtivos y ejércitos de abejas,
colibríes y colores, o luz de candilejas
que cuidan con desvelo a lirios y a las rosas,
rincón en el que nacen a diario mis quimeras,
y tumba entre las sombras de todos mis quebrantos
permite un solo instante el despliegue de banderas
que se izan para alejarle al mundo los espantos.
Sonríe, que ya se apresta el sol a abandonarte
y solo en tu sonrisa ha de brillar con brío
ese fantasma frío, que en gotas de rocío,
con la aurora se asoma pensando acariciarte.
Refúgiate en mi alcoba, comparte mi frazada
que aquí cabe completo hasta el mismo infinito
descansa sin recelos vergel dulce y bendito
que en este tibio lecho no has se temerle a nada…
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