Llegaste en el ocaso
de la tarde
Para enredar cada rincón de mi cuerpo
Con el dulce aroma de tus caricias
Llegaste en la noche estrellada
Para desatar mis pasiones
Como si de una tormenta se tratara
Llegaste en el alba del nuevo amanecer
Para calmar la sed de mi ser ansioso
Con el sabroso elixir del deseo
Llegaste con el nuevo día
Para saciar mis ansias de sentir
Con tus besos que son solo para mi
Llegaste a mi vida sin previo aviso
Para hacer latir mi corazón
Con tus bellas palabras de amor
Llegaste al sendero de mi existir
Para caminar junto a mi
Por el resto de la eternidad
Te amo mi duende travieso
Dedicado a
mi esposo Serafín Correa
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