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Anhelos cristalinos; de sangre
y vida pura,
latidos coloridos; de llama primorosa,
así es la paz amada; cual fuente de hermosura.
Amada paz divina; aurora de ternura,
palpitas dulcemente; cual lluvia deliciosa,
estrella de colores; de esencia deleitosa,
retumban tus corrientes; de prístina tintura.
Justicia y resistencia; cual canto de armonía,
esperan tu presencia; en cada terso día.
Auríferas tus huellas; de encanto palpitante,
azul y sin fronteras; tu flama delicada,
diamante con madera; tu esencia destilada,
batallas de querencias; tu vida fascinante.
Revives tus senderos; de brillo naufragante,
senderos perfumados; con flores de alegría,
arenas melodiosas; tu dulce albor fragante.
Hermosa paz viviente; de esencia purpurina,
renaces en cada alma; cual fuente victoriosa,
victoria que se plasma; cual luna cristalina,
en páginas renacidas; de estrella silenciosa.
Amada paz radiante; de auríferos claveles,
destilas tus primores; cual senda que despierta,
con sangre y querencias; de vívidos laureles,
así nacen tus huellas; cual brisa descubierta,
destruyendo los terrores; con fuerza que ilumina,
los bellos corazones; de esencia coralina.
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