La sabana me vio
nacer
un trece de agosto cualquiera,
mi llanto fue poesía... Así lo decía
mi abuela,
crecí con los pies descalzos,
muchas veces me hirieron las piedras.
Ahora en mi brioso caballo
voy atravesando llanuras
llevando coplas al viento
como lírico canto de aves.
Mis pasos siempre adelante,
fija mi mirada en el horizonte,
no le temo al sol que quema,
tampoco a las fieras del monte.
Soy bravía amazona
soy como el río turbulento,
mágica es mi poesía
cuando la recito al viento.
Me acompañan las aves
Con sus cánticos sonoros,
cuando el crepúsculo se oculta
a través del horizonte.
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