Al
fin la paz está en el fondo del alma
como alas batiendo en el silencio,
parpadeando hasta que la lava se apaga
y la tristeza se funde con la soledad.
Las gotas de rocío encierran universos
cuando pesan como cuarzos blandos
sobre las briznas de hierba.
No se puede querer nada,
no se puede retener nada,
solo agradecer el aliento del valle
y presentir la gravedad de la tierra.