Ivonne Arce García escritora y poeta
Nace en Cuernavaca (Morelos) en 1964 mujer altruista con múltiples actividades, tallerista, estudia contabilidad pero descubre su pasión por las letras.
La escritura libre en sus textos se encuentra plasmada en prosa poética, miembro activo de Poemas del Alma, ha participado en plataformas de diversidad literaria de Madrid (España) siendo finalista de diversos temas "versos en el aire" centros de asistencia social, participó en el Proyecto charla con tu procuradora participando con niños y adolescentes del CEDIF incursionando en escuelas primarias y secundarias fomentando la lectoescritura, ha participado en encuentros literarios internacionales, y como presentando sus abras en las ferias del libro de Chile, argentina, Bolivia, Colombia, España, Perú y Marruecos.
Gran admiradora de Gustavo Adolfo Bécquer Frida Kahlo, Juana de Barborou, Jaime Salinas y nuestro gran Pablo Neruda entre otros muchos.
Entre sus múltiples publicaciones podemos enumerar:

Me levanté con el azul de la aurora,
todo parecía, atmósfera divina,
me recrié en el apocalipsis de mi vida
con geografías que propagaban agonía,
sentí el espiral de la columna vertebral
que iba degollando mi médula ósea
gritando, silenciosa, ¡con un rictus de dolor!
entumecida y lánguida permaneció.

Hacia ¡Tanto ruido!
Que no me permitió escuchar la vida
iba cruel, asestando un golpe mortal…
mis demonios danzaban alegres
al ver mi lenta agonía,
analgésicos, rojos, azules, da igual
me adhiero a la dureza de mi camastro
donde la última estrella perdió su brillo
lanzando sus iones al sol,
sujetada de mis cuatro miembros
para evitar que el movimiento
siga lacerando pronto… y lento.

Las carúnculas de mis ojos
escurren carmesí hasta mojar mis labios,
que se mantienen silenciosos
callados, con quejidos invisibles
apretando… reprimiendo la queja
que intenta salir por un resquicio,
mi espalda queda fija a los hierros
que se incrustan en mis huesos

creando un forcejeo sordo y sublime
sumiéndome en el más profundo dolor.

Esperaré la caída del ocaso
para tratar de escrutar una huida
que me arrope el velo nocturno
y una mano emergida del cielo…
irá apaciguando la herida y el dolor
eso… eso sólo lo puede ¡Dios!

Ya en la aurora matinal
me pondré medias y altos charoles,
hermosearé mis ojos
delinearé mis labios con malta
caminaré como si no pasará nada
esperando simular la sonrisa cruel,
lo haré como el viento, ligero y pronto,
desvanecerme como el céfiro,
alejarme, marcharme, y no saber más
ser… como la estrella fugaz,
producir el trazo luminoso
que surca rápidamente el cielo
y quedarme ahí
para no volver jamás.

MENOSCABO

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Selección poética de la poeta mexicana© Ivonne Arce , cedida amablemente por la autora, para su publicación en esta revista digital: