No pertenezco a ningún rebaño
tercamente me empeñé en nacer,
obteniendo siempre duros desengaños
si a volver naciera, vuelta a suspender.
Soy res que marcada, quedó en el olvido,
soy punto y aparte de un no pudo ser…
por eso mis versos son todo suspiro
son todo quebranto, rasguños de piel.
Las lágrimas afloran sin paz y sin tregua
la lengua bañada en poso de hiel…
se lamenta en vano, me llama la tierra
y a ella dirijo mis pasos y mi sien.
Adiós, en mi vida ya sé que rozaste
algunos instantes de felicidad…
poeta cansina, caros los pagaste,
consuelo del triste es cantar su mal.