Noche de negro manto
que castigas al poeta
le pido a las estrellas,
que ahogue el llanto
de mis ojos
si un día mis versos
me faltarán,
que mi Dios providente
me amparara para
sufrir entre líneas
si la tinta de mi corazón
se extinguiera,
no es más que mi pobre alma
que llora una pena
que por pena
no deja de ser amarga
y traicionera,
le pido a mi corazón
que ahogue tu recuerdo,
en el vasto olvido
de tu propio silencio,
en la moneda
de doble cara que fue
tú embestidura,
te lo pido mi Dios
prefiero por todas
las cosas de este mundo
que me falte ese
ingrato amor,
pero no la voz
sutil de mi corazón
en el eco transparente
de mi alma.