Hay veces
en que el deseo de tu presencia,
rompe mi soledad.
Otras, son risas del pasado,
las que irrumpen en mi silencio.
Esencias de mar, mojadas en ti,
me transportan al bullicio del verano,
cuando tu mano sostenía la mía,
cuando la línea que divide el tú y el yo,
aún no existía.
Hay veces,
que el vacío se rompe,
por que ya nada queda.
Pero otras,
al mirar en el pozo de la nada,
veo en su reflejo,
que aún estás tú.