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COMO
UN CUENTO DE HADAS |
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Tan solo quería
ella un príncipe azul,
de capa dorada y espada de oro,
ella princesa vestida de blanco,
con cintas tejidas en hilos muy finos,
corona de hierbas y flores silvestres,
quería beberse el amor de la vida.
Era solo una niña buscando una historia,
de cuentos de hadas y finales felices,
cantares y juegos en bosques y mares,
aquellos leídos en tardes de infancia.
Al fin llega la hora del día divino,
de encontrar a un bello y hermoso jinete,
el contempla a todas las más bellas niñas
y elije aquella que por él espera,
la alza al viento y abraza muy fuerte
y juntos cabalgan los años, la vida,
batallan con fuerzas adversas a todo,
por tierras cercanas y otras lejanas,
pero sin separarse ya nunca jamás.
Termina esta historia en forma muy triste,
Él deja palacio un día de julio,
se vuelve tristeza, se apagan las lunas.
El vuela muy alto en alas bordadas
por duendes y hadas, por bellas princesas,
que cantan canciones y recitan poemas.
Adios, hasta pronto le dice llorando,
Espero encontrarte en el más allá.
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TU
PARTIDA |
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Tu
cuerpo callado gritaba pesares,
tenías los ojos profundos de mares
de estrellas y lunas, de nubes y soles,
creías que todo sería en vano
los cuentos, poemas, amores y cantos,
sabías que el fin te estaba esperando
buscabas con ansias mis ojos cansados,
tus labios se abrían diciendo caricias,
tus manos buscaban las mías con fuerza,
decías te ataban al lecho soñado,
querías partir y quedarte a la vez,
vencido y cansado más nunca rendido,
llenabas el cuarto con bellas miradas.
La lluvia golpeaba con fuerza la calle,
Las manos de todos te hacían cariño
Querían robarle un minuto a la vida,
abrazarte, besarte por última vez,
tenerte en los brazos, cerrarte los ojos,
decirte bajito que todos te amamos,
que esperes tranquilo que pronto vendremos,
que solo un suspiro separa el camino.
Tus ojos profundos colmados de estrellas,
los míos ansiando posarse en los tuyos,
te beso, te hablo, te digo al oído,
que puedes marcharte, mudarte hacia el cielo.
En alas doradas emprendes tu viaje,
el último día sin casi equipaje,
llevándote todo el amor de mi ser,
dejándonos bellos recuerdos de vida.
De pronto el cuarto se llena de luz,
el sol lo ilumina con rayos dorados,
mariposas y aves te llevan alzado,
cantando canciones gritando poemas,
”La vida
sigue igual” van diciendo.
Descansa amor mío, es tuyo mí ser.
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UN
FUGAZ MOMENTO |
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Soñar
contigo un fugaz momento,
Sentir tu piel respirando en la mía,
Escuchar tus susurros y acallar tus suspiros
Con una caricia y un beso de fuego.-
Soñar madrugadas, volver a ser tuya,
Gozar con tu aroma y disfrutar tus osadías,
mantener viva la pasión tan querida,
y aun que hayas partido yo te palpo a mi lado,
te sonrío al oído y te abrazo por siempre..
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Poemas de © Ingrid Broschek López,
pertenecientes a su poemario La
Mujer que me habita (Ediciones Cerro
Huelén) y , para su publicación en la revista
mis Repoelas:
POEMAS
DE LA MUJER QUE ME HABITA
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