POEMA
DEL SEMBRADOR
(fragmento de La tierra vertical)
Acércate, Sembrador, sosiega tus urgencias,
es aún tan joven la mañana...
Siéntate a mi lado y charlemos
bajo el cielo donde vuelan los pájaros
hambrientos.
A ese puñado
de trigo
que te queda
dale un destino más alto:
deja que alimente a las bestias pequeñas
o que tenga la misma utilidad que los luceros.
Mientras tanto
vigilemos cada surco
de este mar inesperado.
Siéntate, Sembrador, he traído
algo de pan: tejamos juntos los ovillos de la aurora.
“La tierra vertical”
está editada por el Ateneo Obrero de Gijón, en
la colección Deva. |