En 
                    mis sueños siempre habita el vacío
                    que recorro en un vuelo ingrávido
                    por el olor a misericordia de las noches
                    Llego hasta el alba
                    y no tengo a nadie que me espere
                    hasta la luna se oculta para repudiarme
                    en un paisaje de sombras
                    más allá de la muerte 
                    
Cae gota a gota una lluvia
                      que desnuda con lamentos mi alma
                      y sobrevive el miedo a la inexistencia
                      Se tensa el vértigo y rozo con los labios
                      la belleza al perderse
                      en la luz impalpable de la negación