Esa
espina esquiva del deseo,
ese llanto oscuro del silencio,
este amor sin nombre que ya es viejo
nublan mi mirada y aún te veo
tan lejos.
Pétalos de pena del invierno,
luz de luna y humo entre mis dedos,
salas de la espera y el recuerdo
son mis días ahora que aún te siento
tan lejos.
Lejos como el miedo del dolor.
Lejos como el beso de la voz.
Lejos como el frío de un adiós.
Puede ser que seas como el tiempo,
huésped sin hogar detrás del viento,
día de las noches que me invento,
sé que estás aquí como mis sueños
tan lejos.
Un desdén dormido en un te quiero,
un sutil susurro a ras del cielo,
dicen entre risas que aún te espero,
no los creas yo sé que aún te tengo
tan lejos.
Lejos como el miedo del dolor
Lejos como el beso de la voz.
Lejos como el frío de un adiós.
Sé que si te nombro no te llamo,
sé que ahora la lluvia son tus pasos,
sé que eres la sombra del pasado,
día y noche siempre te he llevado
al lado.