Adolfo Marchena: ¿Es
la geometría un camino hacia lo imposible? O, dicho
de otra manera, un ejercicio para encontrarse con la certeza.
Olga RT: Durante cuatro años he estado
estudiando mucho sobre la ecología emocional y sobre
el crecimiento personal. Una de las cosas que he admitido
como verdad y certeza es que el amor y la belleza nos salvan
de cualquier naufragio. La geometría es, en mi caso,
un vehículo conductor para articular mi poemario. Pero
es más interesante la profundidad de los temas que
se relacionan.
A.M.: ¿Hasta qué punto condiciona la
formación académica en la creación, o
en su concepto? Recordemos que eres Graduada en Arquitectura
Técnica.
O. RT: No podría escribir como lo
hago si no tuviera esta formación. Sin ninguna duda.
Me gustaría que, al leer mis cosas pudieran decir:
Esto es de Olga RT. Hay muchas palabras relacionadas con la
arquitectura en un difícil entramado que conjuga la
razón y el corazón. Supongo que eso es, en mi
caso, mi sello, mi marca de identidad.
A.M.: Aunque, no sé si estarás de acuerdo,
el camino lo iniciamos mucho antes; y pienso en la adolescencia,
una etapa donde comenzamos a moldear conceptos como la rebeldía
o la razón.
O. RT: El camino para mí comienza
donde comienza mi consciencia y la diferencia entre el bien
y el mal. Mis padres y hermanos me recuerdan que gritaba y
lloraba mucho de pequeña. Creo que siempre he sido
una inconformista por naturaleza.
A.M.: El poeta salvadoreño Roque Dalton dijo:
“Poesía,
perdóname por haberte hecho comprender que no estas
hecha solo de palabras.”
O. RT: Maravillosa frase. Siento decirte
que no la conocía. Al respecto de esto solo puedo apuntar
que hay poesía en todo. Solo hay que tener el corazón
y la mente abierta para poder disfrutarlo. Un paisaje, una
caricia, un beso de niña a muñeca, un viejo
maletín cargado de historias. Uno encuentra siempre
poesía si tiene sensibilidad para mirar.
A.M.: La Geometría, lo afirmas en la nota preliminar
del libro, es una asignatura de las más duras. Y, sin
embargo, en tu caso, te sirve como base para plantear otra
realidad poética.
O. RT: Efectivamente. Dicen que para olvidar
un escenario duro para cerrar un recuerdo horrible, debes
llenar ese espacio con un nuevo recuerdo. Le he dado una nueva
oportunidad a esta palabra. Solo eso.
A.M.: El poema Toda la luz del mundo comienza con
el verso: “Y
mi hija escribió que había luz en la poesía”.
Consideras que, como en la pintura, la poesía requiere
de uno –o varios- puntos de fuga?
O. RT: Qué belleza eso que dices.
Ojalá el poeta o el escritor fuera capaz de posicionarse
en distintos puntos y generar esas distintas visiones de la
misma realidad. Hay autores que lo consiguen, genios como
Julio Cortázar, por ejemplo.
A.M.: ¿Se puede afirmar que la poesía
de Geometrías
ayuda a reinventar el vocabulario en diferentes contextos
lógicos?
O. RT: Ayuda a conectar ideas muy matemáticas
con sentimientos. Es algo que no se puede entender así
a priori, pero que creo que ha funcionado bien en poemas como
solo quiero,
Perspectiva, Isonométrica, o Epicentro,
por citar algunos.
A.M.: Advierto en tu poesía un ritmo pausado
donde la temática abarca aspectos como el amor, el
desamor; la vida o la muerte, el deseo, incluso la reconciliación.
¿Hasta qué punto la nostalgia forma parte de
esta geometría?
O. RT: Somos lo que vivimos. Eso lo dice
todo Uno de los poemas titulado
Pieles
habla precisamente de esto.
A.M.: El libro lo abre el apartado titulado Geometría
Analítica y, precisamente, su primer texto
de corte narrativo concluye con esta frase: “Somos
esta vez porque mañana serán otros.”
O. RT: Exacto. Es una conclusión tremenda.
Estamos aquí ahora, viviendo pero nadie sabe qué
pasará mañana. Nuestro filósofo Platón
ya nos advirtió al respecto, para ser conscientemente
felices, y hay una frase de Agustín García Calvo
que me encanta y dice: “
Tu
muerte es tuya. Tu no saber es toda tu esperanza.”
Así que vivamos, porque estamos de paso, amigos.
A.M.: ¿Opinas que la poesía (o la creación
en general) es una gran fórmula que lo abarca todo,
desde el mundo de las ciencias hasta las relaciones sociales?
O. RT: Simplificando mucho, sí. Es
una cuestión de conexiones y sinergias. Y hay gente
muy buena que no progresa y gente menos buena con un gran
sentido social que se come el mundo. Una personalidad abierta
avanza mejor por el mundo.
A.M.: En el Epílogo, el arquitecto y escritor
Carlos de Miguel Aguado afirma que tras un largo recorrido,
en el que se incluye la vuelta a la inocencia, “llega
el aprendizaje y el método, la técnica, el proyecto,
la geometría y la construcción”.
O. RT: Es que Carlos es un niño grande.
El regreso a la infancia es, sin duda, el primero de los ejercicios
de autoconocimiento, así que es necesario para crecer.
Conocerse, concienciarse del cumplimiento de los sueños
y pasar a la acción.
A.M.: Somos animales de costumbres. ¿Consideras
que el lector (o lectora) se atreve a adentrarse en tu poesía,
aceptando esa propuesta donde tus versos se asocian a la Geometría?
O. RT: Creo que, en general, la poesía
cuesta mucho. Pero este libro es un puente entre la razón
y el corazón. Deseo que los lectores se animen a abrir
sus páginas y descubrir esa otra forma de mirar la
poesía.
A.M.: En Los ángeles colegiales (Antología
Poética. Alianza Editorial) Rafael Alberti concluye
el poema diciendo: “Solo sabíamos que una recta,
si quiere, / puede ser curva o quebrada / y que las estrellas
errantes son niños que / ignoran la aritmética.
O. RT: Adoro a Alberti, un gran poeta, persona
y maestro de vida, sin duda. Conozco este poema perfectamente
porque con cuatro elementos básicos te hace volver
a las antiguas escuelas y crea una atmósfera maravillosa.
A.M.: Al hilo de la pregunta anterior, en tu poema
Solo quiero,
concluyes, en un paralelismo con Alberti: Y que, en cualquier
momento, / toda recta puede ser curva, / si es una vida la
que empuja.
O. RT: Es muy curiosa la coincidencia La
imaginación de un niño puede transmitir cualquier
cosa. Pero en mi poema hay realmente una imagen física
real de la mujer que cambia el aspecto de su barriga de una
recta a una curva (si es una vida la que empuja).
A.M.: En cuanto al contenido, tu poesía, lo
hemos comentado, abarca todo tipo de sensaciones y vivencias.
Tal vez sea la forma, esa búsqueda a través
de la geometría, un hándicap ante la primera
impresión del lector (o lectora).
O. RT: Es necesario, no solo en la poesía,
si no en cualquier ámbito de la vida que las personas
“amen lo que hacen”; eso significa ir más
allá de cubrir un expediente. Se trata de dar lo mejor,
de sumar, de aportar. En mi caso, sí conozco la arquitectura,
la geometría, la trigonometría, el diseño,
la historia… entonces, ¿por qué no aportar
eso que conozco si de algún modo puede ayudar? Es una
cuestión de miradas, y de valentía, si me lo
permites.
A.M.: ¿Consideras que el atrevimiento es un
factor necesario frente a la creación?
O. RT: Por supuesto, solo lo valientes son
capaces de innovar, generar nuevas conexiones, nuevos puentes
entre las disciplinas (música, arte. cine, poesía,
etc.) Pero es más, ahora contamos con instrumentos
que están a nuestro alcance de forma gratuita y que
nos permiten ser mucho más creativos. En este sentido,
me gustaría invitarles a visitar mi canal de youtube
donde se alojan los vídeos relacionados con mis libros
(Olga RT, Escritora).
A.M.: Dijo Octavio Paz: “Cada
poema es único. En cada obra late, con mayor o menor
grado toda la poesía. Cada lector busca algo en el
poema. Y no es insólito que lo encuentre: ya lo llevaba
dentro”.
O. RT: Todo lo que existe en un poema, ya
se ha vivido, solo que el escritor ha tenido la doble suerte
de vivirlo y saber contarlo. El lector se recrea en ello.
Es así.
A.M.: Siempre afirmo que, inevitablemente, me dejo
muchos aspectos de los que se podría hablar o debatir.
En este sentido, te invito a añadir lo que consideres
oportuno respecto a estas Geometrías que forman parte
de tu vida y de tu obra.
O. RT: Este libro es un recorrido por las
pasiones fundamentales de la existencia:
1. Cómo nos relacionamos.
2. Cómo nos sentimos al amar y cuándo llega
el desamor.
3. La muerte física y emocional y lo que nos deja de
aprendizaje tras dicha “muerte”.