Hay un holocausto no público,
maldito y silenciado que nadie recogerá
y hará sus sumas,
¡Nadie! multiplicará la matanza
genocida, unas veces ocultadas
y otras diluida en subterfugios
para que no sea un holocausto de odio
y homofobia.
No importa el país, la bandera…
a nadie le importa el horror y las mentiras
Jessica hoy vuela en alas de mariposas
con alas abatidas por sietes balas
de cobardes homicidas,
El holocausto está servido…
y en plato frio vengan la sinrazón
criminal de cucarachas que violan
la ley de la vida,
nadie juzga a quien viola a una menor
nadie se preocupa del vástago de la violación
nadie juzga a los jueces que parsimoniosamente
nunca juzgan con verdad
sino con el cerebro metido
en la bragueta propia y del homicida.
El holocausto sigue y suma…
¿Para cuándo se contarán los millones
de victimas?
En Colombia hay un trébol
menos,
y una mariposa más, llamada
Jessica García Molina.