Con tanto desamor, King Kong se irrita.
No valen las patadas, los codazos,
las palabras o el gesto de los brazos,
para paliar la furia que le incita.
Mientras más la desea, más le grita.
¡Corazón de gorila hecho pedazos,
no bastarán tus besos, tus abrazos
para ser el galán que necesita!
Aunque trepes por altos rascacielos,
aunque resuelvas cada nuevo obstáculo,
y aunque ignores tu fea cicatriz,
no sabes que el peor de los anzuelos
es el amor. Agárrate al pináculo,
llora, pronto vendrán a por la actriz.