En ese lugar
vértice de encuentros
rabiosamente plácidos
en el que mi reflejo
comienza a ser:
se apaga tu luz
y en esa frontera
de bullicio contenido
seguiremos juntos
dando por saco
a cada uno de esos rayos
que el sol nos envía:
no se hizo la luz
para ojos simétricos
de par en par abiertos
y nunca jamás agentes llorantes