Mikel Hervás Trancho nació según dicen
en una habitación del hospital de Barakaldo, en Bizkaia,
allá por el año 1988.
Desde el primer momento se dio cuenta de que el mundo
donde vivía era un lugar hostil y decidió
formar su cuerpo y su mente como letales armas de destrucción.
Pero para su desgracia y quién sabe si la del mundo,
aun no tenía edad para apuntarse al gimnasio o matricularse
en ningún cursillo, así que dejó sus
malévolos planes para otro momento. Pero cuando quiso
darse cuenta ya tenía 25 y estaba a punto de terminar
sus estudios de Arquitectura, así que era demasiado
tarde. Por el camino, distintas razones le llevaron a escribir
historias y relatos que complementó con dibujos varios,
los cuales, combinados correctamente ocultan la clave para
resolver algunos de los grandes misterios del universo.