Habían atravesado la capa de nubes y un sol radiante
bañaba todo el interior del avión. Él
miro a la pequeña y al instante percibió esa
mirada que le recordaba lo duro que había sido todo.
Seis meses desde que el médico pronunció la
palabra cáncer, tres desde que ella les dejó.
Él había intentado ser fuerte, pasaba más
tiempo con la niña, le compraba cosas, jugaban…
pero esa mirada no desaparecía, hasta que se le ocurrió
lo del viaje a Disneylandia en avión. Un brillo de
ilusión resplandeció en la mirada de su hija
el día que se lo dijo. |
Pero ahora, aun en el avión, cuando ya había
tomado tierra en el aeropuerto Charles de Gaulle de París,
el brillo había desaparecido.
-Pero Carla,bonita ¿qué te pasa?
-Es que creí que de camino, al pasar por el cielo,
podríamos ver a mamá…
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