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Quien
esté libre de pecado
que tire la primera estrella
del firmamento de tus labios.
Me pierdo,
y la vista también,
por eso cierro los ojos
y los oídos a la conciencia
que recomienda
entre recuerdos astros
que no me exponga al vértigo
de tu abrazo
Recuperada la epístola
hago justo al hombre
capaz de atrapar el alma
a la luz de una luna
y crear vida a partir del cuento
sencillo, de príncipes y princesas
En paz, sin lucha hoy
saboreo el símbolo
de la libertad de un amor
sin tiempo
Líder entre constelaciones
que marcan la estación eterna
más allá del secreto |