Estás en > Mis Repoelas > Colaboraciones >

 

ALEGORÍA DE LAS TRES MUSAS

PRIMERA

-!Habla! - le exhorté a mi musa – que quiero escribir un texto.

Y la muy hija de puta me miró a los ojos y se quedó callada.

SEGUNDA

Me dio la espalda con su cuerpo perfecto; había herido el orgullo de una diosa.

De pronto la vi encendida, como un ascua. La agarré de la cintura, hice que se girara, y toda ella ardía desnuda. La tumbé en la cama y ardimos juntos.

Justo en el momento del orgasmo, en un susurro previo a que mil campanas tocasen al unísono, me dijo al oído unas palabras; las mejores frases jamás narradas. No pude capturarlas porque en aquel mismo instante yo también me estaba corriendo.

TERCERA

A veces se sienta a mi lado en los viajes de autobús, cuando todo pasa, el paisaje, el tiempo, la mala música; y hasta las letras de un libro pasan sin ser leídas.

Entonces sí, me acaricia y me dice que me quiere, que siempre me ha querido; me pide que saque mi libreta y me dicta unos párrafos para que la siga queriendo. Y yo cedo y acepto mi esclavitud como un regalo. Atrapo en folios el aleteo fugaz de esas palabras, y después ella me deja firmar lo que nunca ha sido mío.

relatos escritos por Anónimo: Cabalga caballo



Página publicada por: José Antonio Hervás Contreras