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Voraz el tiempo,
falaz su manera
de despedirse. Hoy nos amamos
de formas no concebidas.
A tu lado, laxa, cual ráfaga en eclipse
y tú, alud que se abreva en sus tules,
inaudito, con sabor a ese diluvio
que ha vadeado, paradisíaco, el mundo,
te acreces ¡Oh amor! en libidinosa lid
y yo ingrávida como ebrio élitro,
me encelo en ti como se encela
en la ciénaga dulce, un bohemio ibis.
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