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Fuego
hay dentro de mi
Y me hundo en el fuego de la pena
Cuando los veo llorar devorados por las llamas
Quien salvara sus huesecillos
Valientes hombres cobardes
Que antes de ser gente son
Rocas voladoras como las nubes que pinto en un lienzo vacío
Serán leyendas, serán verdades, pues cada
leyenda tiene algo de verdad
De hecho invadieron nuestras vidas en pena para aliviarnos
con breve dolor intenso
El amor que no nos tenían, pero pintada estaba mi
casa con sangre del cordero
Nadie respetó nuestras vidas heridas, las de las
muertes
Y nosotros fuimos culpados hasta de la pestilente peste
Y acusados sin tribunal kafkiano
De llevar al cordero al altar mayor
Como en las grandes pasiones
Las desgracias vienen acompañadas
De rosas enredadas en rosales espinosos
Rosas rojas de sangre inocente
Así pintado esta nuestro duelo
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