Así es ella,
ella es aroma a azahar y a romero,
cuando se contonea por el adoquinado
y deja tras de sí la música
de una partitura no escrita.
Así es ella,
ella es cintura de junco,
talle enjuto y disciplinado,
objetivo de todas las miradas,
cuando pasea por Sierpes.
Así es ella,
ella es talle majestuoso
y cuerpazo de grandeza,
cuando aparece por Mateos Gago
y le habla de tú a tú a la Giralda.
Así es ella,
ella es cascabeles enjaezados,
donaire y elegancia suma,
cuando concentra todas las miradas
y se hace la primera en Campana.
Así es ella,
ella es firmamento de estrellas,
luces centelleantes e infinitas,
cuando mueve los volantes
por el Real de la Feria.
Así es ella,
ella es única y al tiempo todas las mujeres,
cuando en el semicírculo de la Plaza de España
es espejo fiel de todas las sensibilidades
y todos se contemplan.
Así es ella,
ella es flamenca y juncal,
cuando responde con el brillo de su mirada
y un catavinos en la mano,
desde la calle Betis y en toda la Cava.
Así es ella, ella es Sevilla.