Anita Oberón volvió en avión de Miami.
Tras hacer la gestación subrogada.
Los periodistas la cegaban con sus fotos.
Cayó rodando por la escalera del avión.
Y paseaba por Madrid con su carrito de bebé.
Los periodistas la asediaban con preguntas.
Con los nervios, Anita tropezó y el carro voló.
“¡Ay, qué desastre! ¿Qué
le ha pasado al bebé?”
Un periodista corrió, sujetó el carrito y
lo miró.
“¡Pero si es Miguel Nosé, venido de incógnito!”