Elena Miguel, médico especialista en Neumología,
máster en Ecología Emocional y formadora en
gestión del estrés con el programa Estrés-Less
en la Fundació Àmbit. Enamorada de los libros
y creativa, ha pasado mucho tiempo de su vida enfocada en
la parte científica de su trabajo y vocación,
para después retomar la pasión por la escritura
y la ilustración que siempre había tenido, desde
niña.
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La idea de
este libro de cuentos surgió de mi hijo Ricardo. Cada
noche le explicaba un cuento infantil clásico y llegó
un momento que ya los conocía todos. Es un niño
con una imaginación fabulosa y me pedía novedades,
como todos los niños. Así que comencé
a inventar historias y a explicárselas. Le gustaron
tanto, que por la noche me solicitaba una u otra y los que
sois papis y mamis sabéis que a esas horas ya estamos
un pelín cansados. Yo no recordaba los detalles; sin
embargo, él si. Me animó a que escribiera los
cuentos para así poder contárselos con detalle.
Y al mismo tiempo, se le ocurrió que sería bonito
que otros niños los pudieran leer y disfrutar, y aprender
las reflexiones que se hacía con su lectura.
Mi hijo Ricardo es un niño altamente sensible (NAS),
y este libro ha nacido por su inspiración. Está
dedicado a todos los niños. Pero quizás haya
niños que sean altamente sensibles y no lo sepan o
sus padres no se hayan dado cuenta aún, y estos cuentos
les inspirarán y ayudarán.
Los niños altamente sensibles (NAS) se caracterizan
por ser muy reflexivos y hacer muchas preguntas. Tienen un
alto nivel de empatía y son capaces de captar muchos
estímulos y sutilezas de su entorno. Son sensibles
a la sobre estimulación y es necesario garantizar su
adecuado descanso. Les caracteriza su alegría y entusiasmo,
como a muchos niños, y son maravillosos amigos y compañeros
cuando se sienten apreciados e integrados en un equipo. Son
como el pegamento en un equipo, donde gracias a su empatía
comprenden las necesidades de cada uno, ya que lo captan con
las miradas, los gestos y con pocas palabras.
Estos cuentos reflejan el interior de un niño altamente
sensible, ya que yo también lo soy. Soy su mamá
y fui una niña altamente sensible, sin saberlo hasta
mi edad adulta. Los valores que se transmiten en los cuentos
son valores profundos y también muy básicos
para cuidar y enseñar a nuestros hijos lo realmente
valioso en la vida. Por este motivo, en una sociedad donde
cada vez todo es más rápido, es necesario parar
un rato, mirar a los ojos a nuestros hijos, hablar con ellos
sobre sus cosas y contarles con cariño un cuento.
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