El
corazón que siempre es una víscera
sangrienta necesaria en la vida
aunque un poco tocado por el tiempo
un día te lo regalo
si todavía lo quieres.
Mis neuronas un poco trastocadas
te las regalo enteras
si todavía las quieres.
Mi pelo casi blanco ese que un día
quisiste acariciar eternamente,
mis labios, mi nariz, mis ojos tristes,
los relojes que marcan mis momentos,
el plano que desvela mis tesoros,
un día te los regalo
si es eso lo que quieres.
Si te quieres quedar
conmigo para siempre
me envuelvo en un paquete con un lazo
y un día de abril me mando con una nota,
aunque solo sea para darme el lujo
de ver cómo le explicas a tu madre
que ya tienes un hombre nuevo más
que pide auxilio desde tu joyero.
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