Perdida por el paso de los tiempos
esa policromía de los Antiguos
defendemos que solo el blanco es bello.
Olvidado el oficio de los maestros
canteros, erigimos sin sentido
catedrales torcidas por el viento.
Volvamos a la luz y a la estructura
y que lo artificial no nos destruya.
Vivimos la certeza de lo absurdo
y creando con miedo a los rumores
miedo a que nos cancelen con sus bulos
Los recitales son ahora actuaciones
pobre poeta si se queda mudo
y no poder actuar ya dando voces.
Cuidemos entre todos la cultura
y que la estupidez no nos destruya.
Y ya es que preferimos como norma
que nos dicten las reglas a pensarlas
que nos cuenten las cosas a vivirlas.
Lo genuino es leyenda y ya nos sobra
en estos nuevos tiempos de la nada
que en silencio destruye nuestras vidas.
Volvamos a la luz de la escritura
y que lo artificial no nos destruya.
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