FOTOGRAFÍA
INSTANTÁNEA
Tengo tal vez diez años,
una barriga inapropiada y vergonzosa para la edad,
sueños irrepetibles, magníficamente diminutos.
Allí me abraza la abuela, inmensa y calurosa.
Y ya la respiro y se me vienen esos árboles encima,
porque hace años que contemplo esta fotografía
incansable,
dándola vuelta para ver si caen felicidades.
La tomo, la olfateo, para sentir la respiración de antaño.
Así se sienten los envidiables pantalones con los parches
caseros,
calzado gastado de tan mal fútbol infantil,
ensayos de cientos de peluqueros en mi cabeza.
Porque tengo diez años, tal vez,
y me creía en un techo tan formidable,
pero la realidad era oscura como un puñado de oscuridades.
Porque tengo diez años o más
y mientras afilo la estocada de mis antepasados,
rompo esta fotografía
porque ya no aguanto más
la arruga profunda de mis memorias |