Tú eres mi Ítaca
                      lo fuiste siempre
                      desde el primer día que te conocí,
                      mas yo, lo ignoraba.
                      Me di cuenta hace muy poco
                      tan poco hace que
                      resulto yo misma un insulto,
                      una ofensa, un agravio.
                    Perdí mi Ítaca hace tanto tiempo
                      creo que el primer día que te conocí,
                      ya te perdí y
                      tampoco me di cuenta.
                    Soy la mujer más desdichada del mundo
                      pues sé dónde estás y,
                      jamás a ti podré llegar, mi Ítaca.
                    El viaje ha sido duro, azaroso y violento
                      perdidos han quedado sentimientos
                      en el camino, e irrecuperables son.
                      El viaje no ha terminado
                      fin, creo que no tiene.
                      ese es el castigo que merezco
                      por ser ciega cuando tenía frente a mí
                      el candil de amor con su más poderosa luz.
                      Tengo que caminar descalza pues,
                      no hay calzado que cubra mis llagas.
                    Se ha vuelto molesto y pesado el viaje
                      y tú, siempre estás ahí, observándome
                      con ojos de hielo pues la llama perdiste
                      con mi absurda ignorancia.
                      Era joven, una niña casi
                      mas no es excusa.
                      No hay excusas ni frutas podridas
                      que amarguen las mieles 
                      de un amor del cielo regalado.
                    Yo soy el navío que de ruta y destino
                      se equivocó.
                      Mi destino eras tú, mi Ítaca,
                      y la perdí, la perdí, la estropeé
                      como los huesos se estropean y
                      se rompen dejando un macilento polvo.
                    Perdí mi Ítaca
                      la perdí.
                      No me queda más que continuar mi viaje,
                      sin ella, sin él, sin ti.