No eres de aquí ni de allá,
                      explorador de aventuras galácticas.
                      Te perdiste de un salto en el espacio
                      el planeta azul brilla ante tu osadía
                      que dibuja tu cuerpo entero
                      de pies a cabeza.
                    Flotas como ave perdida
                      brillas cual luciérnaga en la noche
                      eres esqueleto
                      eres de carne y hueso
                      de bronce y ébano
                      y te rompes cual saltimbanqui.
                    Tras de ti, dejaste la urna congelada de tu existencia
                      eres libre de mirar atrás
                      o saltar al vacío
                      con ojos vendados
                      por el enigma de lo desconocido
                      allá tú con tu aventura.
                    Eres libre de ser frío o calor
                      de ser ira o paz
                      de ser bandera o pasquín
                      de ser fábula o cuento.
                      Eres libre de ser o estar
                      de ser reo o juez
                      de ser calma o torbellino
                      de ser acero o terciopelo.
                    Te arrojaste al precipicio
                      y tu caída no ha hecho más que empezar,
                      eres libre de ser ángel o demonio.
                    ¿Qué encontrarás al final del final?
                      ¿Infinito? ¿Eternidad?
                      ¿Me lo querrás contar?
                    Eres libre de anunciarlo a viva voz
                      o sepultarlo bajo sello de guardián.