FRAGMENTO
INÉDITO DE SÓCRATES
Yo sólo sé que nada sé del espejismo
llamado tu mirada:
febril como la sed
el pensamiento busca saciedad,
la saciedad inalterable.
Pero la calma es imposible si tu mano —cardumen de
cinco peces,
rama de cinco pájaros— me toca.
Toda la geometría que urde la razón
se me desploma en la garganta, muda,
y como los lunáticos desvío
la cabeza hacia ti.
No pienso, sólo miro, palpo.
Y frente al templo tibio de tu cuerpo sólo sé
que no sé nada. (de:
Temporadas perdidas, 1998) |