| 
                Mirarme 
                    en tus ojos fue la perdición  Te imaginaba y pensaba 
                    cómo serías. 
                    Al verte frente a mí, todas mis resguardos 
                    cayeron desmayados, sin defensas ,a tu paso 
                    ya no supe que sería de mi vida sin ti y, 
                    por ahora, ando perdida, sin rumbo, ante tus 
                    quereres e indiferencias. 
                    Un día, de esos días señalados por la 
                    vida 
                    fui toda entusiasmada a reconocerte… 
                    Había asistido, sin saberlo, a la rendición 
                    absoluta de mis recuerdos ante tu encanto. 
                    pero, algo definitivo ocurriría ante la certeza 
                    y el embrujo adictivo de tus besos. 
                    ¡Quedaría en sometimiento amoroso ante ti y 
                    ante tus besos, por siempre, de hinojos estaría¡ 
                    Nadie me había nunca visto así de enamorada. 
                    Fue para mí misma, una sorpresa, tu amor. 
                    ¿Qué pasó con esta mujer curtida en la 
                    indiferencia? 
                    Que cayó en el deliro y la locura por tus caricias 
                    inagotables, intensas y llenas de pasión desbordada. 
                    Mi pudor y resistencias se hicieron trizas, añicos 
                    Y para ti sólo hubo anuencia y demandas del vino 
                    embriagante de tus favores sensuales y cálidos. 
                    Ya nada volvió a ser igual y hoy mi cuerpo y mis 
                    sentidos reclaman en silencios escandalosos 
                    el fulgor encendido de tu danza amorosa. 
                    ¡Ahora mi cuerpo sólo espera la tibieza 
                    de tus besos, porque de ellos soy presa! 
                    |